Entrevista a Joan Ramon Latorre, gerente de la central hortofrutícola Fruitona.
P- ¿Cuáles son los beneficios de trabajar con sistemas de control y trazabilidad?
R- Los beneficios de la trazabilidad giran en función de tres ejes principales. En primer lugar, se automatizan diversos procesos de trabajo que hasta el momento se realizaban de modo manual, lo que conlleva una mayor velocidad en la realización de las distintas tareas en la planta. En segundo lugar esta agilización influye también a nivel interno, ya es más fácil encontrar información que se encuentra registrada en el software. Por último, creo que más que un beneficio, la trazabilidad es necesaria para competir a nivel europeo.
P- ¿Entonces, Fruitona implantó la trazabilidad para poder trabajar a nivel europeo?
R- Evidentemente. Fruitona implantó el sistema de control por las propias exigencias del mercado exterior, que es mucho más estricto con los criterios de seguridad. Sin la trazabilidad nadie puede plantearse exportar fruta en estos momentos.
P- Pero la ley en España ya obliga a tener trazabilidad.
R- La ley entró en vigor en enero de 2005, aún así muchas empresas no han implantado este sistema, mucha fruta está todavía sin etiquetar. Lo que es seguro es que las empresas que a corto plazo no tengan un sistema de control de toda su productividad no podrán desarrollarse.
P- ¿Es entonces la trazabilidad un valor añadido o una necesidad?
R- La trazabilidad no es un valor añadido como puede ser la Producción Integrada, es más bien una necesidad por las propias exigencias sanitarias que marcan clientes, consumidores y administración. De momento, y hasta que las empresas no hayan implementado este sistema, la trazabilidad es una arma más de venta que ayuda a permanecer en el mercado. No es algo rentable de manera inmediata, ofrece beneficios indirectos a las empresas que ya hemos apostado por la modernización.